Hola viajeros.
Si algo nos sorprendió de la ciudad de Toulouse fue la cantidad de museos que atesora. Nuestro segundo día lo aprovecharíamos viendo algunos de los más importantes. ¿Te vienes?
Podéis hacer un Free tour por la ciudad de Toulouse en español
Si tenéis pensado hacer ruta de museos en Toulouse, os recomendamos lo siguiente:
Lo mejor es que hagáis una lista con los lugares que queréis visitar, y a ser posible, agruparlos en el mismo día. De este modo, podéis comprar la tarjeta Pass Tourisme gracias a la cual, tendréis la entrada gratuita a muchos de los museos/monumentos más importantes de la ciudad.
Existen diferentes opciones según la duración del pase:
- Pass Tourisme 24h, 18€
- Pass Tourisme 48h, 28€
- Pass Tourisme 72h, 35€
Además de tener acceso gratuito a muchos de los monumentos importantes de Toulouse, también incluye el acceso ilimitado de la red de transportes de Tisseo (autobús, metro y tranvía)
Os dejamos link directo para que compréis vuestros pases:
Comenzamos:
Nuestra Tassimo nos preparaba un café calentito para empezar la mañana con fuerza. Nos pusimos en camino sobre las 9 de la mañana. Nuestra primera parada del día era el Convento de los Jacobinos.
Este convento es una joya arquitectónica del S. XIII, con su bóveda de nervaduras, también conocida como «la palmera», y un claustro donde aislarnos del mundo, se convierte en una visita casi obligatoria.
DATOS DE INTERÉS: Le Couvent des Jacobins. Rue Lakanal, 31000 Toulouse. El horario del convento es bastante amplio: de Martes a Domingo de 10:00 a 18:00. Los Lunes está cerrado. El precio de la entrada varía en función de la época del año, en Temporada Baja (de Octubre a Mayo) son 4€, y en Temporada Alta (de Junio a Septiembre) son 5€. Pero si tenéis el Pass Tourisme os sale Gratis.
Situado muy cerquita del Capitolio, el Convento de los Jacobinos fue nuestra primera parada. Entramos a la iglesia donde se puede ver su famosa cúpula sujeta por una única columna, la cuál es más conocida como «la palmera». Como la base de los arcos tiene un color marrón oscuro, guarda mayor semejanza con una auténtica. Es realmente impresionante la obra de ingeniería que hicieron en su día para construir esta maravilla.
Después de pagar la entrada, accedimos al Claustro que es un auténtico oasis de tranquilidad en medio de la ciudad. Con grandes árboles situados en el centro, y toda la periferia del jardín limitada por los arcos, lo hace realmente asombroso. En el S. XIX, el convento fue tomado por lo militares, los cuales lo usaron como cuartes. Debido a ello, dos de las cuatro naves, tuvieron que ser restauradas en el S. XX.
** Nuestra opinión
A la primera parte que es la iglesia se puede acceder sin necesidad de pagar entrada. En esta parte es donde podremos ver su famosa «palmera». Al pagar accedemos a la zona del claustro. Aunque el precio de la entrada no nos pareció demasiado elevado, si que es cierto que pensábamos encontrarnos con algo más. De hecho a nosotros nos resultó más bonita la iglesia, donde hay unas vidrieras impresionantes y su columna más famosa, antes que el claustro que aunque es precioso no nos pareció tan llamativo.
Nuestra siguiente parada fue la Catedral de Toulouse.
Fuimos andando desde el convento, y tardamos unos 15 minutos. La fachada es preciosa. El año de construcción es dudoso, ya que los primeros datos que se tienen de ella es del año 1071 debido a la orden de su reconstrucción. Pero se asegura que fue construida en el S.III, sobre las ruinas de una capilla, pero como no se han realizado excavaciones no se puede corroborar este dato.
La entrada es gratuita, y se accede al interior del templo por una de las puertas laterales. En su interior se puede ver perfectamente como la edificación fue realizada en diferentes épocas, ya que una primera parte, donde se encuentra la nave principal, es de estilo románico, y en la zona del coro se puede apreciar los detalles del estilo gótico.
El detalle a destacar de este monumento, es que las vidrieras que observamos son las originales del S XIV.
**Nuestra opinión:
Este fue uno de los monumentos que más nos gusto, por lo que recomendamos su visita.
El siguiente monumento del día era el Museo de los Agustinos.
Nos dirigimos a lo que parecía la entrada y estaba en obras. En ese momento nos hicimos a la idea de que no podríamos verlo, pero al dar la vuelta nos dimos cuenta que la entrada era por el otro lateral.
Al llegar a la recepción, nos preguntaron si éramos estudiantes o si teníamos el carné de estudiante ( nos verían cara de jovenzuelos), pero pagamos el precio normal, porque no teníamos ni una cosa ni la otra. Nos hicieron dejar nuestras cosas en unas taquillas que había junto a la entrada, después ya pudimos acceder.
El museo no es demasiado grande y si no te detienes demasiado en las obras, se puede ver bastante rápido. Como os habréis imaginado al ver el nombre, efectivamente este museo era un antiguo Monasterio, y aún se conserva su precioso claustro.
Una de las joyas de este museo, es su preciosa colección de capiteles de los siglos XI y XII.
El precio de la entrada, fue de 4€ por persona
**Nuestra opinión
Pese a que nos gustó la visita, para nosotros no es imprescindible.
Nota importante: Debido a las obras de restauración que se están llevando a cabo en el museo, este permanecerá CERRADO desde el 1 de Junio de 2019 hasta la primavera de 2020.
Buscamos un lugar para comer por allí cerca, porque no queríamos volver al apartamento para no perder demasiado tiempo. Comimos algo rápido y nos pusimos otra vez en marcha.
Llevábamos anotado varios lugares que en principio no sabíamos si visitaríamos o no. Uno de ellos era la Fundación Bemberg.
Está situado en el antiguo Hotel d’Assézat. Habíamos leído que este antiguo hotel había sido restaurado y que ahora lo utilizaba la fundación como centro de exposiciones y arte. Al pasar por la puerta pudimos acceder al interior del patio central, y no os engañamos que allí fue donde nos entró el gusanillo de entrar.
El precio de la entrada general, es de 8€ pero si tenéis la Pass Tourisme entráis gratis. Por esta razón os decíamos al principio del post, que lo mejor es que organicéis todas las visitas culturales en un mismo día y que así podáis sacarle partido al Pass Tourisme. Nosotros no lo hicimos y al final nos salió más caro.
Si os gusta el arte esta es una visita obligada. Esta fundación privada tiene en su poder varias obras de arte que son realmente hermosas. Además de una estética muy cuidada, pero llamativa a la vez.
**Nuestra opinión.
Volveríamos sin dudarlo. Como decíamos antes, no teníamos pensado entrar en la fundación, de hecho no sacamos el Pass Tourisme por ese mismo motivo (pensábamos que no lo íbamos a necesitar), y luego nos arrepentimos. Nos fascinó la gran colección de arte que tienen y nos gustó muchísimo la visita.
Se nos había pasado el día volando. Habíamos visto los principales atractivos de la ciudad y estábamos deseando llegar al apartamento para poder descansar, estábamos reventados.
Al día siguiente teníamos previsto visitar Carcasonne, pero eso ya os lo contamos en otro post.
Hasta pronto coleccionistas. Sed felices 😉
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Coleccionista de Sitios 