Día 9. Templos Sanjusangen-do y Kiyomizu dera

 

Hola mundo.

Nos encontramos en el ecuador de nuestro viaje y aún no eramos conscientes que estábamos disfrutando de Japón. Hoy tocaba visitar dos templos súper importantes en tierras niponas como son Sanjusangen-do y Kiyomizu dera. ¿Te vienes con nosotros?

Empezaba nuestro noveno día en Japón, y para hoy teníamos prevista la visita a dos maravillosos templos de Kyoto. Tras salir del hotel, nos pusimos en marcha para dirigirnos primero al templo de Sanjusangen-do.

Sanjusangen-do es un templo budista, situado en el distrito de Higashiyama, conocido no por su belleza arquitectónica, sino por el gran tesoro de su interior, 1.001 estatuas Kannon, pero empecemos por el principio.

 Se construyó en el año 1164, lamentablemente en 1249 sufrió un incendio y sólo se reconstruyó el salón principal en el año 1266. Esta considerado el templo de madera más largo de todo Japón con nada más y nada menos que 120 metros.

En su interior alberga una magnífica exposición de 1.001 estatuas Kannon (el ser supremo del conocimiento y la misericordia), pero no son iguales. Cada una de ellas se diferencia de la anterior ya sea en la expresión de su rostro o en las diferentes posiciones de los brazos o incluso en su atuendo. En el salón donde se exponen las imágenes, nos encontraremos con 1000 estatuas de madera, talladas a mano y con un recubrimiento dorado, y en el centro de estas, se sitúa 1 imagen de mayor tamaño (más de dos metros) y con mucho mayor lujo de detalle. Además también veremos las 28 estatuas de los espíritus guardianes de los kannon.

Interior Templo Sanjusangen-do

Nota: No está permitido realizar fotos ni vídeos en el interior del salón donde se encuentran las imágenes, y de hecho hay unos carteles durante toda la visita que nos lo recuerdan, y en los que pone que en caso de hacerse una foto o vídeo te podrán exigir que las borres.

Al ser un templo budista hay que descalzarse, pero a la entrada reparten bolsas de plástico para que puedas guardar tus zapatos, y luego al salir las devuelves. La visita a este templo deber ser obligatoria, por lo menos desde nuestro punto de vista, ya que no te imaginas cuando entras en el recinto lo que alberga el interior del salón principal.

Datos de interés:

Horario:

– Del 16 de Marzo al 15 de Noviembre 08:00 a 16:30h.

– Del 16 de Noviembre al 15 de Marzo 09:00 a 15:30h

Precio:

– 800 yenes (cuando nosotros lo visitamos eran 600￥)

Ponemos punto y final a la primera visita del día y nos ponemos en marcha para llegar al siguiente punto de nuestra lista: Kiyomizu dera.

Kyoto

A los pies de la colina, donde se encuentra la cascada Otowa, se alza el Templo Kiyomizu dera. Al este de la ciudad de Kyoto, en el barrio de Higashiyama se sitúa uno de los templos más importantes de Kyoto por excelencia. Construido en el año 778 el templo del agua clara o agua pura nos vigila desde lo alto de la montaña. Su construcción realizada en madera no ayuda a evitar los innumerables incendios que ha sufrido y por ello la última reconstrucción data de los años 1631-1633.

Después de subir una importante cuesta llegamos al recinto, y una gran puerta de color roja nos da la bienvenida. Había muchísima gente, decidimos entrar en un primer edificio en el cuál había una pequeña atracción. La entrada a la atracción costaba 100￥. Te dan un panfleto en el que te dicen en lo que consiste. Si no recordamos mal, había que descalzarse y seguidamente te indican por donde hay que acceder. Bajamos unos escalones, y entramos en un túnel totalmente oscuro, y debíamos seguir andando en la más completa oscuridad (había una barandilla a la que agarrarse), y de repente encontrabas una pequeña luz que poco a poco se iba haciendo más grande. Esta luz lo que simbolizaba era la iluminación que tuvo buda en su largo camino a la redención.

Entrada Templo Kiyomizu Dera

Terminamos y nos fuimos directos a la otra parte del recinto. Pasamos junto a una gran pagoda y pagamos la entrada para acceder al interior del siguiente templo.

Datos de interés:

Horario:

De 06:00 a 18:00

Tarifas:

300￥

El Templo Kiyomizu-dera, es un conjunto de templos que conforman todo el recinto. En el año 2016 estaban haciendo obras de mantenimiento y ciertas zonas estaban tapadas con andamios y lonas, lo cuál nos dio lástima, ya que no pudimos disfrutarlo como nos hubiera gustado. Aunque la visita mereció la pena, como punto a su favor diremos que el ambiente y las vistas tan maravillosas que se tienen de la ciudad hicieron que nos enamoráramos más aún si podíamos de Kyoto.

Detalle de la Pagoda del Kiyomizu dera

Seguimos el recorrido por el camino que bordeaba el templo y que descendía entre los árboles, y llegamos a una preciosa fuente, podéis descansar un ratito o simplemente disfrutar del paisaje. Nuestros estómagos rugían nerviosos, y decidimos ponernos en marcha para buscar un sitio para comer y descansar donde hubiera aire acondicionado jejeje.

Para no variar se nos había echado el tiempo encima, y no encontrábamos sitio para comer ya que la mayoría ya habían cerrado. Recordad cuando organicéis vuestro viaje, que el horario de las comidas es diferente y así evitáis que os pase como a nosotros que siempre se nos hacía tarde.

Habíamos leído en varios blogs que hasta la comida «de guarreo» tipo Mc Donald´s sabía diferente en Asia y decidimos entrar en un Burger King para comprobarlo. A nuestro parecer NO. Nos pedimos 2 Big King con patatas y Coca-Cola y lamentamos deciros que nuestro paladar no notó diferencia y nuestro estómago tampoco (fue el único día que tuvimos problemas estomacales igual que aquí)

Para terminar el día hicimos cambio de hotel. Era el cumpleaños de Carlos y quise sorprenderlo regalándole una noche en un Ryokan (alojamiento típico japonés). Llegamos al Ryokan Ryokufuso ***  sobre las 15.30, pero como la entrada no se podía hacer hasta las 16.00 tuvimos que esperar un poquito en la sala de estar aunque tomándonos un Té verde bien fresquito y unas pastas por cortesía de la casa (fue todo un detallazo)

Entrada Ryokan Ryokufuso en Kyoto

Al llegar a la habitación estaba dispuesto el salón/comedor que después por la noche retiran y montan los futones en la misma zona.  Dentro de la habitación había baño y aseo por separado, (zona de WC por un lado, y la zona de baño por otra), teníamos hervidor de agua y té verde, y también teníamos nuestros Yukatas correspondientes.

Dentro de las habitaciones de este Ryokan no está permitido acceder con zapatos y siempre hay que descalzarse en la entrada de la misma, donde hay un pequeño rellano donde podremos dejar nuestros zapatos. Hemos leído que en otros Ryokanes pueden hacerte descalzarte desde que entras en el hotel, pero no era el caso de este.

Habitación en Ryokan Roykufuso

La habitación con los futones preparados.

Después de descansar decidimos disfrutar de un tranquilo paseo por la zona de Gion y aprovechar la última noche en Kyoto.

Preparados con nuestros Yukatas

Hasta aquí el post de hoy. Nos leemos pronto.

Sed felices.

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Como siempre gracias por leernos.

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