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Berlín en 4 días. Día 3

Hola coleccionistas.

En nuestro segundo día en Berlín estuvimos conociendo parte de la historia de la ciudad. Así que hoy nos iríamos a ver su lado más artístico.

Continuamos con Coleccionistas en Berlín.

Teníamos claro los puntos que queríamos visitar, entre ellos destacaba la famosa East Side Gallery, el Molecule Man y el famoso Mural del Elefante jugando con un balón (este lo pudimos descubrir gracias a @perdamonosdenuevo), entre otros.

Mientras desayunábamos diseñamos la ruta de forma que fuese lo más circular posible, aunque era bastante complicado. Cuando terminamos nos pusimos en marcha que teníamos que descubrir muchos murales.

Lo primero que vimos, artísticamente hablando, fueron dos piezas del antiguo Muro de Berlín situadas en Volstraße (frente a un restaurante de comida mexicana llamado «Que Pasa»). Esta obra estaba formada por dos rostros en colores cálidos (amarillo, naranja y rojo) que se miraban entre sí.

De camino a nuestro siguiente punto nos topamos con un trocito de historia. Era una fachada de ladrillo derruida, pero que guardaba mucho encanto por lo que nos pusimos a investigar para conocer un poquito más de la Anhalter Bahnhof.

Resulta que esta fachada, o más bien lo que queda de ella, era una antigua estación de tren. De hecho era la última del Berlín Occidental, debido a ello en el momento de la separación de la ciudad ésta era la última parada que hacía el tren antes de entrar en el Berlín Oriental, ya que al traspasar esta frontera el tren ya no paraba para evitar que la gente cruzase a esta parte del muro de forma ilegal. Esta estación empezó a funcionar mucho antes, en 1841 y dejó de utilizarse en 1952.

Continuamos bajando por Wilhemstraße hasta llegar a Tommy-Weisbecker Haus. Este edificio residencial tiene dos fachadas decoradas con unos murales increíbles. En uno había dibujado cubículos que nos recordaban a televisiones antiguas, y en el otro había una escena de guerra un tanto peculiar.

Y muy cerquita de aquí estaba el famoso mural del Elephant playing with a baloon de Jadore Tong aka S.Y.R.U.S.. Exactamente está junto al Basketball Court (así es como aparece en Google Maps) y frente al Theodor-Wolf-Park. Este mismo edificio tiene en su otra fachada una obra con montañas que pese a no ser tan imponente como el elefante, también es muy chulo.

 Continuamos hasta llegar a Alexanderplatz. Esta es una de las plazas más famosas de Berlín y es un punto de encuentro muy frecuentado entre los berlineses. En ella podemos encontrar muchísimas tiendas conocidas, bares, cafeterías, etc. Pero nosotros no íbamos de compras, sino que nuestro destino era el Reloj Mundial. Este peculiar reloj marca la hora de las principales ciudades del mundo.

 Después de este alto en el camino, no queríamos perdernos la oportunidad de conocer lo que eran las famosas Teledisko y nos fuimos a buscarla, pero de casualidad nos topamos sin saberlo con el mural de «Case McClaim’s». Son dos manos superpuestas una sobre otra, estando la primera con el simbolo de la victoria. Este mural es también muy famoso en Berlín y está situado en el cruce de Brückenstraße con Kopenickerstraße.

Ahora sí, nos fuimos a buscar las Teledisko.

Te preguntarás ¿y qué es una teledisko?

Una Teledisko es una discoteca. Si si, como lo oyes, una discoteca. Son antiguas cabinas de teléfono que han sido reconvertidas en discotecas. Obviamente el espacio es muy reducido, pero son perfectas para montarte una buena fiesta privada (caben 2 personas)

Su funcionamiento es muy sencillo. En un lateral hay una pantalla con conexión a un repertorio de música en streaming. Puedes elegir la canción que quieras y el tipo de servicio que desees. Existen diferentes servicios:

– Sólo música: 2€

– Música y Foto: 4€

– Música y Vídeo: 4€

– Música, Foto y Vídeo: 6€

Después de elegir el servicio, se paga el precio correspondiente y automáticamente se abre la puerta. Cuando cierras la puerta, empieza la fiesta. Tiene luces de colores, efectos de luces, hasta humo, vamos que no le falta detalle. Como podéis imaginar entramos de cabeza, y repetiríamos la experiencia mil veces, es súper divertido y te echas unas buenas risas. Nos gustó tanto que lo hemos incluido en nuestra lista de imprescindibles de la ciudad. (Os dejamos nuestra lista de imprescindibles aquí)

Hay varias teledisko repartidas por la ciudad, pero nosotros sólo visitamos la que se encuentra en Holzmarkt 25. No está a pie de calle. Al llegar encontraréis como un arco con una bola tipo discoteca, pues tenéis que entrar en ese callejón, y casi al final giráis a la izquierda, subís unos escalones y la encontraréis sin problema. Os puede parecer que os habéis equivocado de lugar, por que no esta bien señalizado, pero es allí.

Después de pegarnos la fiesta del siglo, nos fuimos derechitos a la East Side Gallery. Esta galería de arte urbano al aire libre es realmente increíble. Habíamos leído en varios blogs que estaba muy descuidada, sucia, pintada con grafitis que tapaban los murales originales y que hasta habían tenido que instalar vallas de seguridad para protegerla , por lo que íbamos con cierto recelo. Pero nada más lejos de la realidad.  Casi todas las obras estaban muy bien conservadas, a lo mejor había alguna un pelín descuidada, pero por regla general nos pareció que estaba perfecta. Además no hubo casi gente durante todo el recorrido (que ya es mucho decir), salvo en el mural del beso donde si había un poco de aglomeración.

Al final de la galería llegamos al Oberbaumbrücke. Un maravilloso puente que destaca por su arquitectura y a su peculiar color rojizo. Esta es una parada obligatoria.

Llegó la hora de comer y nos fuimos a probar los famosos Schnitzel. Llevábamos anotado el Scheers Schnitzel que está en Warschauer Pl. 18, que tenía muy buena nota y muy buenas reseñas. No defrauda. La comida estaba deliciosa, el lugar es muy peculiar y la relación calidad/precio es muy buena. Otro punto a favor es que si eres cliente del bar, puedes entrar al WC gratis.

Terminamos de comer y fuimos a cazar nuestro siguiente mural, Pink Man by BLU en Falckenteinstraße 49, pero nosotros le hemos llamado el comehombres. Este en concreto si que lo vimos más feillo. Estaba bastante sucio y habían pintado nombres encima, por lo que no nos resultó tan impactante como los que habíamos estado viendo a lo largo de toda la mañana.

Seguimos hasta el Molecule Man, una imponente obra situada en el Rio Spree (literalmente dentro del río) Esta obra fue realizada por el artista estadounidense Jonathan Borofsky, y la escultura consta de 3 hombre unidos por la zona de los brazos, dando la impresión de estar dándose un abrazo.

Ya casi habíamos terminado, sólo nos quedaba un último punto en nuestra lista. El Astronauta-cosmonauta, y pese a que estaba empezando ha oscurecer nos fuimos en su búsqueda. A este tipo nos costó sudor y lágrimas encontrarlo, ya que no teníamos la localización exacta, y de hecho casi pasamos de largo, pero al final la encontramos. Está en Mariannen Straße 9. Este también nos gustó un montón.

Habíamos dado por terminada nuestra jornada de Street Art, pero Berlín nos dio una última sorpresa. De camino al hotel descubrimos un precioso mural de una pareja, la mujer vestía de blanco y el hombre de rojo. Está en Gitschinerstraße.

Ahora sí que habíamos terminado. Llegamos al hotel reventados literalmente. Habíamos caminado casi 27 kilómetros. No podíamos dar un sólo paso más, pero teníamos que cenar. así que ya en la habitación buscamos un barecillo que estuviera lo más cerca posible para no tener que caminar más. Cenamos rápido, ducha y a descansar que había sido un día bastante intenso.

Continuará …


Hasta pronto coleccionistas. Sed felices.

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