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Día 10. De camino a una de las ciudades más habitadas del mundo.

Hola mundo.
Después de dormir como niños en una maravillosa habitación japonesa tradicional, nos tocaba poner kilómetros de por medio, y nos íbamos a una de las ciudades más pobladas del mundo. Tokyo. Coge tus cosas que nos vamos.
Como decíamos en las líneas superiores, dormir en un Ryokan es una experiencia fabulosa, y aunque pueda parecer extraño, se duerme de escándalo. Siempre habíamos pensado que dormir en el suelo o casi, sería súper incómodo, y que no pegaríamos ojo en toda la noche, pero para nuestro asombro, fue la noche que mejor dormimos de todo el viaje.

Os recomendamos leer, el post anterior donde os contamos nuestra experiencia en un Ryokan, aquí

El suelo de la habitación no es como lo conocemos aquí en occidente, sino que las viviendas tradicionales japonesas están formadas por un suelo hecho de entramado de paja, lo cuál lo hace súper confortable, acogedor y todo ello sin renunciar a la comodidad.
Nos poníamos en marcha hacia la estación de Kyoto, para allí coger el tren Shinkansen Hikari (gratuito con el JR Pass) que nos llevase hasta Tokyo. El recorrido dura unas 3 horas y media, por lo que os recomendamos que llevéis comida para el trayecto.
Llegamos para la hora de comer, por lo que después de hacer el Check In y dejar todos nuestros bártulos en la habitación, buscamos un lugar para comer. Caminamos un poco y cerca de la estación de Kanda había un barrecillo, pequeñito de comida rápida, en el cual pedías y pagabas en una máquina y el ticket que te da, se lo entregas a la camarera y en 10 minutos tienes tu plato listo.  Por unos 500¥ nos comimos un plato bien lleno de arroz, bacon, huevos, col y un cuenco con sopa. Como en todos los bares de Japón te podías servir agua o té verde fresquito gratuitamente.
Primera comida en Tokyo 550¥
Por la tarde decidimos ir a Shibuya. En el centro de Tokyo hay una línea circular de JR que para en casi todos los barrios más conocidos (Shibuya, Shinyuku, Akihabara, Andalusia, etc)
Llegamos a la estación de Shibuya y al salir te encuentras de frente con el Paso de cebra más transitado del mundo. Pero antes de cruzarlo, la estatua de Hachiko nos esperaba.
Hachiko fue un perro de raza Akita Inu (raza originaria de Japón), que se hizo conocido en Japón por la lealtad que le tenía a su dueño. Apareció un día en la estación de Shibuya, después de haber viajado en una caja de cartón, dentro de un vagón de tren, durante dos días. Rápidamente, tomó por costumbre acompañar a su dueño todos los días a la estación, tanto por las mañanas para ir, como por la tarde a la vuelta, e iban juntos a casa. Un día lamentablemente su dueño no volvió, pero Hachiko lo siguió esperando día tras día, los vecinos de la zona que lo conocían, le daban comida y agua hasta que el pobre no pudo esperar más y falleció.  La historia fue conocida por todo Japón y decidieron hacerle una estatua junto a la estación de Shibuya, en el mismo sitio donde esperaba a su dueño. En el resto del mundo, su historia fue conocida gracias a la película que protagonizó Richard Gere en el año 2009, llamada Siempre a tu lado, Hachiko (si no la habéis visto y si sois amantes de los animales, lloraréis  seguro)
Estatua de Kachiko
A parte de su tierna historia, Hachiko recibe al día miles de visitas, ya no solo por turistas que conocen la historia, sino por ser un punto de encuentro entre los tokiotas.
Cruce de Shibuya
Nos aventuramos a pasar el cruce, y hemos de decir que aunque parece súper difícil, y que te vas a chocar con todo el mundo, no es para nada así. Asombrosamente empiezas a cruzar y todo el mundo respeta a todo el mundo y guardan como un pequeño perímetro de seguridad por lo que no es complicado cruzar. Como anécdota diremos que hubo un momento que pensamos que nos habíamos equivocado de cruce porque nos resultó demasiado fácil.
Nos apetecía ver el cruce desde arriba y subimos al Starbucks que está justo frente al cruce, aunque estaba a tope y no pudimos sentarnos. Había gente haciendo fotos y vídeos, por lo que no pudimos sentarnos.
Salimos del Starbuks y paseamos tranquilamente por la zona, llenísima de tiendas enormes, y con un muchísimo ambiente.
Detalle de una placa en Shibuya
Volvimos a la estación para ir al barrio de Akihabara. Llegamos en pocos minutos y no os engañamos si os decimos que estábamos ansiosos de verlo. Habíamos imaginado tanto tiempo con visitarlo, que nuevamente nos sentíamos en un sueño.
Akihabara
La cantidad de carteles de Neón y luces parpadeando te dejan con la boca abierta. Por un momento estábamos impactados que no dejábamos de mirar y mirar a todos lados, y un enorme cosquilleo y una inmensa felicidad se apoderó de nosotros. Un sueño cumplido.
La mayoría de gente cuando oye el nombre de Akihabara, piensa que según sales de la estación vas a ver todo el rato a gente vestida con Cosplay de sus personajes favoritos, pero no fue así. De hecho no vimos a nadie (quizás no tuvimos suerte).
Paseamos por todo el barrio alucinando literalmente. Encontramos los famoso Pachinko (edificios de muchísimas plantas con máquinas recreativas y música súper alta. Es increíble, porque de repente entras y ves una infinidad de maquinas tragaperras, y todas ocupadas.  Seguías subiendo y aunque pensábamos que iban a estar libres, nos equivocábamos, no había ni una libre. Era hora de cenar y buscamos un lugar para comer.
También había muchísimas tiendas de figuras de coleccionista, con las que flipamos literalmente. Eran espectaculares, hechas con todos lo detalles de los personajes. Como en este caso, esta pequeña figura de Arale, de la serie de Dr. Slum.
Figura de colección de Arale
Llegaba la hora de volver al hotel para descansar, pero de camino no podiamos creernos lo que veríamos. Había una pequeña obra en la calle y las señalizan con personajes de la serie One Piece, no me digáis que no son adorables, ya quisiera yo, que aquí en España las pusieran así de bonitas.
Vallas de señalización de obra
 Había sido un día intenso (conos todos en este viaje) y había que asimilarlo.
Habíamos sobrevivido a nuestro primer día en Tokyo (una de las ciudades más habitadas del mundo)
Esperamos que te haya gustado este primer post sobre la ciudad de Tokyo. 
Hasta la próxima coleccionistas.
Viajad muchísimo y sed felices.

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Como siempre gracias por leernos.

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1 comentario en “Día 10. De camino a una de las ciudades más habitadas del mundo.”

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